Si has ido alguna vez a Benidorm, seguramente conozcas el llamado Balcón del Mediterráneo, uno de los miradores más famosos de la ciudad que separa las dos playas de Levante y Poniente, situado encima del emplazamiento rocoso del Tossal de Canfali. Si has investigado un poco, también sabrás que este mirador se le conoce como «El Castillo», puesto que aquí se alzó durante varios siglos el castillo de Benidorm.
Si no sabes nada de esto y te pica la curiosidad, hoy nos vamos a encargar de hablarte de este fantástico lugar, así que desvelaremos todas tus dudas.
Los orígenes del Balcón del Mediterráneo
Como hemos dicho, durante varios siglos, concretamente del XVI al XVII, se alzó en el lugar el castillo de Benidorm, fortaleza que servía para defenderse a la población de los numerosos ataques de piratas y corsarios.
De este castillo, hoy apenas quedan unas pequeñas muestras de sus ruinas que se pueden ver a través de ventanas de metacrilato a poca profundidad en la antigua plaza del castillo.
Las últimas excavaciones realizadas en la zona consiguieron determinar que la primera ocupación del lugar data del siglo XIII, pero no fue hasta el XIV cuando se construyó la fortaleza, que contaba en su día con dos torres defensivas, un foso y la muralla. En este siglo se mantuvo la estructura, organizándose el castillo en torno a una plaza central.
Este castillo fue erigido por el mandato del almirante Bernat de Sarrià, junto a la villa de su alrededor, como parte del señorío de dicha familia durante la segunda mitad del siglo XIV, dependiente de la baronía de Polop de la Marina.
Los objetivos de la fortaleza respondían a un caracter estratégico-político, para defender la costa de los ataques de piratas y como emplazamiento comercial y pesquero.
Finalmente, durante la segunda mitad del siglo XVI el castillo fue abandonado al no poder sus propietarios hacerse cargo de su mantenimiento ni pertenecer la edificación a la corona. Abandonado y arruinado se mantuvo hasta la Guerra de la Independencia, cuando fue arrasado por un bombardeo de la flota inglesa a principios del siglo XIX.
Cómo se convirtió en un mirador
Durante el siglo XX, la Plaza del Castillo se convirtió en un lugar de gran atractivo turístico por su vista al mar. De este modo, el lugar comenzó a utilizarse como espacio para organizar actividades culturales y festivas.
A partir de 1950, Benidorm sufrió un gran cambio urbanístico, afectando también a la plaza, que ya había sido acondicionada anteriormente desde finales del siglo XIX hasta 1928. Más tarde la plaza fue rodeada por la balaustrada y se realizaron las dos puertas de acceso, además de diferentes remodelaciones basándose en los arreglos de 1928, colocándose también los cañones para evocar el origen militar del lugar.
Pero volviendo a lo que es el propio mirador, sobre el cerro de Canfali, fue unido a lo que era el castillo con una escalera antes de 1867 según actas de la época, y posteriormente afectada por la remodelación de 1928 para adquirir, en su conjunto, la fisonomía actual del lugar.
Y es así, como nace el Balcón del Mediterráneo.
El balcón en la actualidad
Actualmente el Balcón del Mediterráneo se ha convertido en el enclave turístico por excelencia de Benidorm. Un lugar único e icónico, como decían los escritos del siglo pasado, que asoma en el Mediterráneo como por arte de magia y ha sabido ser conectado con el antiguo castillo magníficamente por unas escaleras y un estilo marítimo precioso.
El Balcón del Mediterráneo está culminado hoy por una farola de cinco luces, se convierte en el lugar perfecto para disfrutar del amanecer y el atardecer, cuando se puede ver como el cielo y el agua se funde en tonos anaranjados y turquesas.
Benidorm recibe cada año más de cuatro millones de turistas nacionales e internacionales, siendo el Balcón del Mediterráneo uno de los lugares más visitados. Esto hace que el lugar se llene de vida con música y el bullicio de la gente que disfruta de las vistas.
Un candado de amor en el pozo
Si vuelves a subir hasta la Plaza del Castillo y no te habías fijado, existe un pozo decorado con el estilo del lugar que anteriormente fue el antiguo aljibe. Los documentos indican que en esa zona se encontraba el aljibe del castillo, que también fue utilizado por la iglesia y los carabineros en el siglo XVI.
Es en este lugar, además de en las barandillas y posamanos del lugar, donde las parejas sellan su amor colocando un candado, como en otros muchos lugares del mundo. Y es que el lugar cuenta con los colores y el paisaje adecuado para convertirse en uno de los espacios más románticos de Benidorm.
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