Los mercadillos tienen una gran tradición en nuestro país. Hay uno en casi todas las localidades y en las más grandes varios. A la gente le encanta comprar a un precio más económico, pero además disfrutan del bullicio de sus calles, de la gente que los visita y de pasar una mañana agradable haciendo algunas compras. Además, de los mercadillos tradicionales en los que puedes encontrar alimentos, ropas y otros objetos, puedes visitar los rastros. Es una opción similar, pero distinta. Como has visto, en los mercadillos se suelen vender objetos de uso cotidiano, mientras que en los rastros abundan las piezas de segunda mano y las antigüedades. Aunque no hay tantos, también puedes encontrarlos en muchas ciudades. En las siguientes líneas queremos hablarte de uno de ellos: el Rastro de la Nucía. Te invitamos a conocer la historia de este lugar que cada semana atrae a miles de visitantes.
El Rastro de la Nucía se encuentra a tan solo 10 kilómetros de Benidorm, por lo que es un lugar accesible si deseas descansar en cualquiera de las habitaciones del Hotel Don Pancho.
¿Cuál es la historia del Rastro de La Nucía?
En el año 1982 Jorge Beer decidió montar un rastro justo al lado de su propio negocio de Karts. Estableció que el mejor día para hacerlo era los domingos. Porque además quería atraer más clientes al bar que tenía fuera de la población, donde ahora se encuentra el polígono industrial. De esta forma, comenzó a funcionar el Rastro de La Nucía.
Este ciudadano sueco obtuvo un permiso temporal para organizar este rastro en la zona y en ningún momento podía imaginar que con el paso de los años se convertiría en una visita obligada para todos aquellos que visitan la localidad.
Como es lógico, la improvisación llevó a que aparecieran los primeros problemas legales. La primera decisión que tomó fue pasar la recaudación a los mayorales de las fiestas de agosto, de esta forma, al no ser un mercado privado no se enfrentarían a dificultades de este tipo.
Así, consiguió que cada domingo los mayorales de la peña que estaba detrás de la organización de las fiestas ese año fuesen al rastro. Podían controlar lo que sucedía, cobrar la cuota a los distintos puestos y conseguir el dinero que luego se utilizaría en las fiestas.
Pasaron los años y en 1990 Jorge Beer decidió vender su bar, así que el Ayuntamiento se planteó organizar el rastro en otro lugar. Pensaron que sería mejor establecerlo en la Avenida Porvilla. Con el paso del tiempo, los mayorales dejan de tener interés por controlar el rastro, ya que sus más de 400 puestos implican un gran trabajo. Por eso, es el propio Ayuntamiento el que se encargaría de forma exclusiva de su gestión. Cabe recordar que el año pasado el mercado dejó este nuevo emplazamiento y regresó otra vez al polígono industrial.
¿Qué más datos interesantes sobre el rastro de La Nucia debes conocer?
Poco a poco el rastro de La Nucia se ha convertido en un punto de reunión, tanto para las personas que viven habitualmente en la zona como para quienes están pasando unos días de vacaciones. Además, hay varias líneas de autobuses de la comarca que llevan a los visitantes hasta el lugar en el que se celebra.
Es necesario tener claro que es un mercado muy amplio, ya que sus más de 700 puestos ocupan más de 2 kilómetros. En ellos puedes encontrar todo tipo de artículos.
Cabe recordar que el hecho de que el rastro de La Nucía se encuentre fuera del centro de la ciudad no es un inconveniente para que cada domingo se llenen sus puestos, todo lo contrario. Seguramente si estuviera más cerca de la población sería complicado dar cabida no solo a tantos puestos, sino también al gran número de visitantes que se reúnen en la zona todas las semanas.
Es posible que si vas a pasar unos días de vacaciones te preguntes por qué deberías ir a visitar un rastro como el de La Nucía. Lo cierto es que, aunque puedes encontrar muebles de gran tamaño, también puedes adquirir piezas más pequeñas, que podrás llevarte de vuelta a casa sin ningún problema.
Además, no es necesario querer comprar algo para visitar el rastro. Dar una vuelta por la zona y conocer este lugar tan típico de La Nucía no necesita ninguna excusa, puesto que cuenta con un gran encanto y es uno de esos lugares en los que podrás perderte y dejar por unas horas las playas y otros entretenimientos más habituales cuando se está de vacaciones.
Ya te hemos contado que el mercadillo se monta todas las semanas y el lugar en el que lo hace, pero vamos a concretar un poco más. Está abierto de 8 de la mañana a 3 de la tarde, como sabes, todos los domingos. El lugar es el Polígono Industrial L´Alberca de La Nucía y además de piezas antiguas, en el mercadillo de La Nucía también puedes encontrar comida. Para que todo sea más fácil, cuenta con unas 1.000 plazas de aparcamiento por si vas en coche.
Así que, si visitas la zona, no dejes de conocer el rastro de La Nucía, a poco más de 10km. del Hotel Don Pancho.
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