¿A quien no le gustan los hoteles de lujo para disfrutar de las vacaciones? Alojarse en un hotel exclusivo es una forma perfecta de darse un merecido capricho a uno mismo. También de sorprender o de hacerle un regalo único a las personas que, para nosotros, son más especiales.
Pero, con toda la oferta que tenemos disponible, ¿cómo saber qué hoteles son hoteles de lujo y cuáles no lo son? Para que puedas distinguirlos, hoy compartimos algunas de las características que debe tener un hotel exclusivo. Te adelantamos algunas de ellas:
- El precio no lo es todo.
- Tienen un diseño y un ambiente único.
- Te cuidan más allá de lo que puedas imaginar.
- Tienen mucha experiencia e historia, pero han sabido innovar.
¿Cómo son los hoteles exclusivos?
Hoteles de lujo los hay de muchos tipos y características. Grandes resorts, pero también pequeños hoteles familiares pueden considerarse hoteles exclusivos. Lo mismo por lo que refiere a su ubicación. Encontramos este tipo de hoteles en las grandes ciudades, pero también los podemos encontrar en la playa o cerca de algunos de los más bellos parajes naturales. Entonces, ¿qué tienen en común los hoteles de lujo y cómo podremos identificarlos?
1. El precio no marca la diferencia
Podemos pensar que un hotel de lujo se diferencia del resto por el precio, más elevado que la media. Pero el lujo no es necesariamente una cuestión de dinero o de precio. El lujo también puede ser experiencial. Esto significa que un hotel exclusivo no tiene porque tener obligatoriamente unas instalaciones increíbles o de ensueño. Un hotel también puede ser de lujo por el hecho de diseñar y de crear una experiencia única y personalizada para cliente. Una atención al cliente de sobresaliente, un check in lleno de detalles, la sonrisa sincera de todo el equipo, la pasión por el cuidado y bienestar del huésped… Todos estos detalles marcan la diferencia entre los hoteles exclusivos y aquellos que no lo son.
2. Diseño y ambiente único
Y para crear todas estas sensaciones, es fundamental crear un ambiente que las propicie. De este modo y como ejemplo, a la evasión contribuye en gran medida las líneas suaves, los colores claros, los estilos sobrios, la luz, las vistas… Cuando busques un hotel de lujo, podrás ayudarte de las imágenes para comprobar si los espacios cumplen de verdad estas premisas. La forma de comprobarlo es muy fácil: solo con verlas, te transmitirán una sensación u otra. Si al contemplarlas te transmiten paz, ¡has dado en el clavo! Estás ante un auténtico hotel de lujo.
3. Te cuidan a todos los niveles
Un hotel exclusivo tiene una clara misión, ¡hacerte sentir de lujo! Por eso, en ellos encontrarás amplias cartas de masajes, espacios para la evasión, cómodas habitaciones, amplias terrazas… Y algo que no puede faltar: una oferta gastronómica sabrosa, sorprendente y de calidad en la que no falten los mejores platos internacionales, pero también las propuestas más clásicas de cada país.
Pero los cuidados de un hotel de lujo y los detalles con los clientes, deben extenderse desde el momento en el que inicias la reserva. Por ello es habitual que te reciban con una copa de bienvenida o que te obsequien con entradas gratuitas o descuentos a atractivos turísticos de la ciudad en la que te encuentres. Por último, y sin lugar a dudas, en un hotel exclusivo no se cobra por servicios indispensables como, por ejemplo, la caja fuerte, las vistas o el acceso a internet.
4. Experiencia y recorrido
Y, por último, una característica que se suele repetir en los hoteles de lujo con bastante habitualidad es que cuentan con un largo recorrido histórico y una amplia experiencia. Eso sí, conforme ha pasado al tiempo, han sabido innovarse e incorporar las últimas novedades del mercado. Bien en tecnología, en servicios y, por supuesto, en estilo y decoración.
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